lo intentas y lo intentas pero por más que incorporas pequeños cambios la sensación al final del día es la misma: «no me da la vida».
encontrar un momento no es solo cuestión de horas en el reloj, ni si quiera de motivación o ganas. No se trata de ‘si quiero, puedo’, sino de reconocer que ‘quiero, pero a veces no puedo’… y está bien.
El cansancio y la culpa te roban la energía para hacer frente a todo eso que te ahoga. Y tú venga a pelearte contigo, como si estuviera bajo tu control.
Así que yo le pregunto a esa vocecilla que te habla de fondo:
¿De verdad es una cuestión de tiempo cambiar aquello que anhelas?
Después de muchos años tengo clara mi respuesta: NO.